Para evitar este problema algunas distribuciones gnu/linux incorporan sistemas de ajuste ya instalados que solamente es necesario activar, para disfrutar de una temperatura de color adaptada a la luz natural según la hora del día.
Por ejemplo podemos verlo en el panel del escritorio de la próxima Ubuntu-Budgie 18.04 tal como os mostré en el lanzamiento de la Beta 1.
En las versiones de Ubuntu 14.04 o 16.04 que muchos todavía usamos no venía incluida esta posibilidad.
He descubierto que la aplicación Redshift ajusta la temperatura de color de tu pantalla igual que el que viene incluido en las últimas versiones de Ubuntu y derivadas.
Para instalarlo basta con abrir una ventana de terminal pulsando Ctr+Alt+t y en ella escribir:
$ sudo apt install redshift redshift-gtk
Una vez instalado podemos ejecutarlo desde el menú.
Una vez hecho esto podemos encontrarlo en la parte inferior izquierda de nuestro escritorio.
Ahí podemos configurar para que arranque al encender el equipo y también podemos activarlo o desactivarlo, o incluso suspenderlo por un tiempo.
En la siguiente imagen podéis apreciar la diferencia entre cuando está activo y cuando no.
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