Después de 10 años de trabajo, el Ayuntamiento de Munich en la región de Baviera, Alemanía, ha anunciado la finalización del proyecto de migración de pasar 15.000 puestos de trabajo a software libre y con una distribución GNU/Linux con el nombre de LiMux, que también ha servido como nombre para todo el proyecto.
La web del Ayuntamiento presenta la noticia y dice:
"El proyecto LiMux se completó con éxito y entra en funcionamiento regular.
En el lugar de trabajo LiMux para trabajar con el software de código
abierto, la administración de la ciudad se ha convertido de largo en una
rutina diaria para los empleados."
Ha sido un trabajo largo en el que primero tuvieron que adaptar las pequeñas oficinas, y a continuación la grandes para poder formar a todos los trabajadores sin que hubiese ningún tipo de paralización en el servicio normal.
El primer paso fue pasar a la suite ofimática Open Office.org, creando un gestor de formularios de nombre WollMux, que permite crear plantillas para ahorrar tiempo en la creación de formularios, y que está siendo compartido con otros ayuntamientos y empresas.
La decisión siguiente fue utilizar Firefox, Gimp y Thunderbird, como explorador web, programa de dibujo y gestor de correo.
A Continuación fue cuando realmente hicieron el paso a GNU/Linux creando el entorno LiMux y utilizando para ello una distribución Linux basada en Debian, que tenía la certificación TUV. Para este entorno de trabajo utilizarón el escritorio Kde.
Para poder realizar las instalaciones y configurar los puestos de trabajo se utilizó la herramienta http://fai-project.org/,
La última versión estable de LiMux es de 2011 y está basada en Ubuntu 10.04 con escritorio KDE 3.5, y próximamente se efectuará el cambio a la versión 12.04 de Kubuntu con escritorio KDE 4.
Según los cálculos el Ayuntamiento se ha ahorrado mas de 10 Millones de Euros, a pesar de que algunas aplicaciones especiales que han tenido que comprar para el entorno Linux han tenido un coste hasta tres veces superior que si fuesen para Windows.
Ha sido un largo trabajo en donde está claro que es necesaria mucha fuerza y convicción puesto que las presiones siempre son muy fuertes, y de hecho Stallman visitó en varias ocasiones la alcaldía de Munich para intentar modificar la decisión, ofreciendo ahorros considerables sobre los precios normales de las licencias de sus productos.
Pero en este momento Munich es un ejemplo para muchos otros, puesto que a partir de ahora será el gobierno municipal el que decida cuando quiere actualizar los programas o los equipos, en función del presupuesto disponible y no presionado por el plazo de duración que las empresas de software dan para la vigencia de sus productos.
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